Ikea llegó a España tras revolucionar el mundo. Sus anuncios, llenos de creatividad como sus muebles. Rompen moldes cada temporada.
La creatividad de Ikea, para todos una empresa de muebles, con unas tiendas muy grandes. Atascos eternos para entrar en ellas. Para estar en ellas. Para salir de ellas. A día de hoy, Ikea ya forma parte de nuestro inconsciente colectivo. Es como montar en bicicleta. No sabes bien porqué, pero cada cierto tiempo has de ir. La marca sueca se ha hecho un huequecito en nuestros corazones. Más o menos, como en nuestras casas.
Con presencia en unos 40 países, tiene su origen en los bosques de Suecia. Cuando uno habla de Suecia se le vienen varias cosas a la cabeza:
El salmón.
Gente mas o menos fria.
E Ikea. Ikea se ha colado en nuestras vidas. Podría decirse que todos, o casi, somos público objetivo de Ikea. ¿Todos? Pues sí, desde los muchimillonarios que lo usan como si fuera el Zara (o el Primark) de los muebles, para cambiarlos y desecharlos cada temporada, por estar demodé. A los jovencitos que empiezan. A los de enmedio, que tienen hacer algún apaño para el apartamento de la playa. Como la Coca Cola, para todos. ¿Y los niños? ¡Pues también! Quién no ha ido por el laberinto de Ikea con sus padres y tras un rato de Torva, Sminska, y demás familiares impronunciables. Ha entrado en ese mundo de fantasía y color, que eso parecía Disneyworld a la sueca. Y le has puesto a tu padre (o madre si eras chico) ojitos para pedirle hasta las literas. Pues eso, que también los niños.
Los catálogos de Ikea, una obra de arte
Ikea ya es mucho más que muebles. Es un estilo de vida. De creatividad. Porque la destilan por los cuatro puntos cardinales. Porque les encantan los Ikea Hacks (y si no, lo disimulan muy bien). Porque tienen todo pensado al milímetro (que para eso son suecos, que son muy listos).
Las visitas a Ikea son casi una peregrinación, como la del Rocío. Están llenas de gente. Desde los sufridos y estoicos que aguantan el atasco y la eternidad del laberinto. Aunque hace ya un tiempo, te colocaron atajos (para que pienses que no eres tonto). Lamento decirte, que ya están señalizados. Lo que nunca falla, es que al salir te sientes como Teseo derrotando al Minotauro. Así te acercases un momentito a por velas (¡qué bien huelen esas velas!). Estás pillado.
Sus muebles son caros, baratos, estridentes o clásicos. Cualquiera puede tener un Ikea en casa. Ya hay hasta electrodomésticos.
Pero no vamos hablar de decoración, ni de muebles. Que no es lo mío. (Y mira que te lo pone fácil, en la tienda, con su catálogo y hasta en la web). Te ponen un montón de combinaciones sea como sea tu casa. (Para que quede perfecta con sus muebles). Brillante, no te venden muebles, te explican y te enseñan qué bonita se verá tu casa cuando uses sus muebles. Es más, te olvidarás de los muebles para centrarte en lo importante: vivir.
Los anuncios de Ikea, como no podría ser de otra manera, son una pequeña maravilla. Casi se podría decir que temporada tras temporada los estamos esperando con las mismas ganas que los de la lotería. En Ikea no hablan de precios, ni de promociones. En Ikea se cuelan en tu casa. Tal cual. De hecho no se cuelan, les abrimos nosotros, les invitamos a que se pasen. Nos gustan tanto que les hemos puesto un piso.
La publicidad, las series, las pelis. Nos ganan porque nos emocionan. Y nos emocionan porque nos identificamos con ellos. El chico que quiere que la chica se enamore de él. La súper madre, que con tres fieras se pone el mundo por montera. O te cae la lagrimita al ver esa mascota que te recuerda la que tuviste de pequeño… Y un largo etcétera. Pues Ikea hizo lo mismo. Con una personalidad arrolladora, convirtieron la empatía en su bandera. Su sello.
Quién no ha querido su felpudo de «Bienvenido a la República Independiente de mi casa». Eso no era un felpudo. (Ahora pensareis que me he vuelto loca) pero es que no lo era.
Era una declaración de intenciones. Todas las que salían en su anuncio. El felpudo no era más que una excusa. O mejor dicho, era la guinda. Te enseñaban la casa entera. Sí, llena de muebles de Ikea, pero no te estorbaban. No te estaban vendiendo nada de nada, te estaban contando una historia, la de tu vida. Tu casa. Y te encantaba. Sí. Claro que te encantaba.
Porque tú, que te acababas de independizar, querías mostrarle al mundo (y a tus descreídos padres), que lo habías logrado. Habías amueblado tu casa, a tu manera. Era tu casa, y por fin, tus normas. Y esa es la grandeza de Ikea, que todo el mundo tiene una lack; pero no hay dos estilos iguales. La creatividad de Ikea es genio y figura. Te lo dijeron, y no les creíste. Pero es que no puedo vivir sin ti. No hay manera.
¿Y qué hay de los que quedan para ir a desayunar al Ikea? No fueron pocos los días de rebelde juventud universitaria, donde escapábamos del tedio de las clases en el centro comercial. Las mañanas allí eran mucho más divertidas. Y a la salida, cuando el ahorro post púber lo permitía, nos llevábamos un caprichito dulce al Colegio Mayor.
Ah, ¿que no lo he dicho? Ikea vende más que muebles. Literalmente. Tienen una cafetería tan bien pensada como sus tiendas. Sus albóndigas son reconocidas mundialmente. No serán alta cocina, pero triunfan siempre. Y hasta un mini súper sueco. Con cosas tan creativas que no parecen frías y suecas. Las galletas de jengibre, superado el susto inicial, están realmente buenas.
Anuncios sin querer, queriendo
Como bien decía, Ikea se inspira en lo cotidiano. O en términos más actuales. Si yo fuese Ikea, con todas esas historias es con lo que quisiera que me encontrasen en un buscador. Han tratado desde hace muchos años todos las situaciones que cualquiera podría estar viviendo en su día a día. Se han permitido el lujo, de tocar temas más o menos controvertidos, de hecho, en 1994 lanzó su primer anuncio protagonizado por una pareja homosexual en Estados Unidos. No hay que cruzar el charco para ver campañas que han tocado la fibra. La crisis, ese momento en el que muchos tuvieron que volver a casa de sus padres. O los niños, porque los hijos son sagrados. Son lo más importante. Para ellos no hay una fecha como la Navidad, los Reyes Magos.
Aviso: este anuncio es posible que se convierta en un nudo en tu garganta.
Solo queda una crisis de la que hablar, sin tapujos, con mucho humor. Las crisis de pareja. Una genialidad. El momento en el que el espacio de tu armario está siendo usurpado. Todos aquellos que no coleccionen (o guarden) cosas por si a caso. O porque sí. Fuera. Sois muy aburridos, mi post no os va a gustar.
Es que hay momentos cruciales en la vida de una pareja. Los suecos, muy preocupados, buscaron ayuda. Tuvieron que llamar a un mediador. ¡¡¡¡Un mediador!!!! ¿Quién no ha discutido con su madre? ¿Con su hermano? ¿O con su novia? (Y viceversa, que no solo nos apoderamos del armario las chicas). Porque le están quitando espacio de casa, ¡y de vida! Pues me creo un departamento de planificación de armarios, y listo. Ante un problema, ya estamos nosotros para darte la solución. Te lo puedo vender de manera lineal, gris, nórdicamente eficaz. Pero en Ikea no, en Ikea te partes de risa, porque al menos una de esas situaciones del anuncio seguro que la has vivido en tus propias carnes. Y se te va a escapar la sonrisilla por la boca.
Por si hubo quien no les conociera, antes de cada una de esas deseadas aperturas. Ya se encargaron ellos de llevarles su tienda. No me he explicado bien. Han sido capaces de montar campañas de Marketing de Guerrilla en paradas de autobús, de metro. En fachadas de edificios. De locos. De genios. No en vano, los suecos siempre trabajan con las agencias más transgresoras. Han roto todos los moldes habidos y por haber. En Madrid, su última acción ha sido abrir una tienda efímera. Como sus muebles. En plena Milla de Oro. La calle Serrano es testigo y escaparate del universo de los dormitorios. Aplicando la lógica de las redes sociales al mundo offline, han decidido que su tienda se tiene que renovar cada poco tiempo. Producto, producto y más producto. Pero con un aire fresco, como quien no quiere la cosa.
Empieza algo nuevo, te lo dice Ikea.
¿Cuál es tu ancio favorito de Ikea? Si tienes una Bati Cao, escríbeme, tenemos mucho de qué hablar.
El día que me enamoren las albóndigas de Ikea dejaré de llevarme sus minilápices;). De Ikea es discutible casi todo salvo su publicidad, que es fantástica
Y sin embargo, como sus anuncios, triunfan. Han creado un modelo de negocio difícil de batir a día de hoy, no solo con sus lápices. Pocos quedan que no tengan algo suyo en casa, han sabido ser creativos, y han sabido posicionarse en cada hogar y cada cabeza de los consumidores.
Sí, claro, son los reyes del marketing mix: un buen precio, un producto acorde, una promoción increíble y un grupo de gente detrás que son su mejor activo. Además han elegido siempre agencias que han sintonizado muy bien con la marca, y gracias a ellos tenemos estos anuncios que son joyas de la creatividad
La verdad es que tienes razón, los anuncios de ikea son geniales. Y cuidan los catálogos mejor que nadie, tienen una imagen muy bien estudiada. Conocen al dedillo al público, y dan justo lo que se pide. Gracias por tu comentario.
Ikea, ese mundo tan aparte que queremos y a la vez odiamos. ¿Que haríamos sin Ikea? 😀 Eso si! La publicidad la están haciendo super bien y cada anuncio tiene su peculiaridad, que no deja de sorprender! ¡Un post genial y muy completo Cris!!!
Ikea, esa pequeña maravilla creativa. Yo odio tener que sufrir sus atascos y sus interminables colas, o que su venta online sea un dolor de cabeza. Si no, es posible que les consumiera más, dado que sus anuncios los devoro y hasta los analizo porque me encantan. Me alegro mucho de que te haya gustado Elena!
Hola: Yo soy una de las personas que NO tienen muebles de IKEA, voy a sus tiendas, y no sé, no entiendo el porqué de tanto revuelo… Quiero decir que sí, que tienen cosas, pero me sorprende ir con amigas y que «arrasen» mientras yo no llevo nada porque nada me termina de convencer.
Con su publicidad me pasa un poco lo mismo, no me resultan simpáticas, aunque reconozco que han sabido dar valor añadido a su publicidad para que no sea algo invasivo o molesto, sino algo que a los ciudadanos les gusta ver, y hasta demandan, no hay más que ver lo populares que son sus catálogos.
Al final es lo que tiene cuando creas una cadena de muebles, como una de ropa… Dado que son para el gran público, y por tanto para masas, no siempre pueden agradar en todo a todos. Si bien es cierto, su publicidad es como el resto de ellos, tiene su propia personalidad. Las campañas de Ikea son una extensión más de su identidad de marca. Y sí, sus catálogos están muy cotizados, al unto de que en algunos sitios se han llegado a vender en kioskos.
Muchas gracias por tu comentario!
¡Tuve una baticao! Pero hace tanto de eso… todavía no tenía muebles de Ikea. Creo, de echo, que todavía no existía Ikea en España jajaja
Personalmente, me gusta mucho Ikea. Gracias a ellos pude amueblarme el piso sin arruinarme (y, por increíble que parezca, los muebles han sobrevivido a una mudanza en una furgoneta de Bulgaros recios…) y me encanta pasearme entre la sección de velas y láminas de cuadros, aunque no compre nada. Eso sí, siempre un día de diario a horas en las que no hay nadie.
¡Saludos!
Un hurra por esa BatiCao!!! Ikea es un gran invento, la verdad, ha hecho que decorar y amueblar sean coser y cantar! y ojo, sobrevivir a recios Búlgaros no es nada fácil, mi más sincera enhorabuena!!! Si vieras la cantidad de velas que tengo de Ikea (las de vainilla son mi perdición) podrías pensar que es la casa de la Pitonisa Lola. Adoro ponerme a escribir con una vela encendida al lado. Saludo y gracias por leerme 🙂
Jordi San Ildefonso
Posted at 16:20h, 21 noviembreSin duda, una buena forma de vender sin vender
La Becaria
Posted at 16:54h, 21 noviembreSí, los anuncios de ikea, a golpe de creatividad han hecho de los suecos unos expertos en marketing de experiencias. De historias.
Francisco José Jiménez Rico
Posted at 19:06h, 21 noviembreEl día que me enamoren las albóndigas de Ikea dejaré de llevarme sus minilápices;). De Ikea es discutible casi todo salvo su publicidad, que es fantástica
La Becaria
Posted at 19:13h, 21 noviembreY sin embargo, como sus anuncios, triunfan. Han creado un modelo de negocio difícil de batir a día de hoy, no solo con sus lápices. Pocos quedan que no tengan algo suyo en casa, han sabido ser creativos, y han sabido posicionarse en cada hogar y cada cabeza de los consumidores.
Francisco José Jiménez Rico
Posted at 09:03h, 22 noviembreCreativos y baratos. No basta con una estrategia sino con un precio sin competencia en un sector que estaba por las nubes.
La Becaria
Posted at 09:18h, 22 noviembreSí, claro, son los reyes del marketing mix: un buen precio, un producto acorde, una promoción increíble y un grupo de gente detrás que son su mejor activo. Además han elegido siempre agencias que han sintonizado muy bien con la marca, y gracias a ellos tenemos estos anuncios que son joyas de la creatividad
enmodosocial
Posted at 21:30h, 21 noviembre¡Qué grande eres!
La Becaria
Posted at 21:41h, 21 noviembreGracias!! Ya me dirás qué tal son los anuncios de ikea en Manchester xD
María Cajo Redondo
Posted at 15:59h, 22 noviembreSin duda son de los mejores anuncios que puedes ver en TV hoy en día. O bueno incluso sus catálogos son una invitación a «la casa perfecta».
La Becaria
Posted at 16:01h, 22 noviembreLa verdad es que tienes razón, los anuncios de ikea son geniales. Y cuidan los catálogos mejor que nadie, tienen una imagen muy bien estudiada. Conocen al dedillo al público, y dan justo lo que se pide. Gracias por tu comentario.
Elena Penisoara
Posted at 10:40h, 24 noviembreIkea, ese mundo tan aparte que queremos y a la vez odiamos. ¿Que haríamos sin Ikea? 😀 Eso si! La publicidad la están haciendo super bien y cada anuncio tiene su peculiaridad, que no deja de sorprender! ¡Un post genial y muy completo Cris!!!
La Becaria
Posted at 22:38h, 27 noviembreIkea, esa pequeña maravilla creativa. Yo odio tener que sufrir sus atascos y sus interminables colas, o que su venta online sea un dolor de cabeza. Si no, es posible que les consumiera más, dado que sus anuncios los devoro y hasta los analizo porque me encantan. Me alegro mucho de que te haya gustado Elena!
María Rivero Sánchez
Posted at 20:15h, 27 noviembreHola: Yo soy una de las personas que NO tienen muebles de IKEA, voy a sus tiendas, y no sé, no entiendo el porqué de tanto revuelo… Quiero decir que sí, que tienen cosas, pero me sorprende ir con amigas y que «arrasen» mientras yo no llevo nada porque nada me termina de convencer.
Con su publicidad me pasa un poco lo mismo, no me resultan simpáticas, aunque reconozco que han sabido dar valor añadido a su publicidad para que no sea algo invasivo o molesto, sino algo que a los ciudadanos les gusta ver, y hasta demandan, no hay más que ver lo populares que son sus catálogos.
Un saludo
La Becaria
Posted at 22:36h, 27 noviembreAl final es lo que tiene cuando creas una cadena de muebles, como una de ropa… Dado que son para el gran público, y por tanto para masas, no siempre pueden agradar en todo a todos. Si bien es cierto, su publicidad es como el resto de ellos, tiene su propia personalidad. Las campañas de Ikea son una extensión más de su identidad de marca. Y sí, sus catálogos están muy cotizados, al unto de que en algunos sitios se han llegado a vender en kioskos.
Muchas gracias por tu comentario!
Pingback:Las canciones de los anuncios, las canciones de mis veranos
Posted at 16:18h, 23 enero[…] Si te ha gustado esta entrada, no te puedes perder: Los anuncios de Ikea, la república independiente de la Creatividad. […]
loslunesperros
Posted at 05:11h, 27 enero¡Tuve una baticao! Pero hace tanto de eso… todavía no tenía muebles de Ikea. Creo, de echo, que todavía no existía Ikea en España jajaja
Personalmente, me gusta mucho Ikea. Gracias a ellos pude amueblarme el piso sin arruinarme (y, por increíble que parezca, los muebles han sobrevivido a una mudanza en una furgoneta de Bulgaros recios…) y me encanta pasearme entre la sección de velas y láminas de cuadros, aunque no compre nada. Eso sí, siempre un día de diario a horas en las que no hay nadie.
¡Saludos!
La Becaria
Posted at 10:07h, 31 eneroUn hurra por esa BatiCao!!! Ikea es un gran invento, la verdad, ha hecho que decorar y amueblar sean coser y cantar! y ojo, sobrevivir a recios Búlgaros no es nada fácil, mi más sincera enhorabuena!!! Si vieras la cantidad de velas que tengo de Ikea (las de vainilla son mi perdición) podrías pensar que es la casa de la Pitonisa Lola. Adoro ponerme a escribir con una vela encendida al lado. Saludo y gracias por leerme 🙂